Desmontando “La madera no resiste al agua” con el ejemplo de los barcos de madera
La madera tiene fama de no ser resistente al fuego, ni al agua, de ser un material que se estropea con el tiempo, que favorece la deforestación, etc. Todo mitos no reales. Hoy vamos a tratar el tema de la resistencia al agua, ¿cómo un material que supuestamente no resiste el agua ha sido utilizado tradicionalmente para fabricar barcos?
La madera como material ofrece un amplio abanico de posibilidades, se adapta a cualquier tipo de uso porque, debido a que existen miles de especies de madera, cada una de ellas tiene propiedades físicas y características propias que se adaptan a cualquier ambiente.
Así por ejemplo existen maderas que por sus propiedades son mejores en el uso en exterior o frente a condiciones adversas y otras que pueden no resistir tan bien condiciones adversas pero con un adecuado tratamiento se adaptan a cualquier uso.
Un ejemplo es la fabricación de barcos, en la que el material utilizado está en constante contacto con el agua y sumergido y además se enfrenta a impactos fuertes ocasionados por el oleaje.
Los barcos básicamente constan de una quilla, que soporta el peso longitudinalmente; las cuadernas, que van unidas a la quilla y se curvan hacia arriba dando forma al barco; las planchas, unidas a las cuadernas, que evitan la entrada de agua; y de los puentes y superestructuras, que dan forma al interior hueco creando los alojamientos y espacios para la tripulación. En la siguiente imagen vemos la estructura básica de una construcción naval:
La madera fue el único material utilizado para la fabricación de barcos hasta mediados del siglo XIX, tanto en la fabricación del casco como en la estructura. La madera es más ligera que el agua y muy resistente y su estanqueidad se conseguía calafateando las juntas con algodón o estopa impregnados de alquitrán o sebo. Para la fabricación de la quilla se usan grandes vigas de madera evitando al máximo uniones que pueden suponer puntos débiles en la estructura del barco. Hoy en día principalmente se usa la madera para la fabricación de las cubiertas y en algunos casos para fabricar los cascos de los barcos.
Dependiendo de las partes del barco que van a componer las maderas pueden tener que cumplir diferentes requisitos:
Flexión: Casi todas las piezas en un barco soportan esfuerzos de torsión o flexión, esto se consigue reblandeciendo las piezas por vapor o fuego y es mejor cuanto más flexible y resistente sea la madera a flexión, además se han de evitar los nudos y se tiene que despiezar siguiendo la veta. Las mejores especies que cumplen estas condiciones son el haya y el fresno, sin embargo no son resistentes al ataque de hongos.
Ligereza: Cuanto más ligera sea la madera es mejor porque facilita la flotabilidad del barco, sobre todo en las partes más superiores. Sin embargo, hay que tener cuidado de que esa ligereza o menos densidad no afecte a la resistencia mecánica. Los abetos rojos de Norteamérica cumplen estas características por lo que son utilizados para la fabricación de mástiles.
Estabilidad: La madera no sumergida está expuesta a condiciones de humedad y secado, se mojará por los golpes de mar y se secará por el viento y el sol alternativamente. Por esto la teca es la mejor especie por su estabilidad en volumen, junto al Dusié y el Iroso.
Durabilidad: La resistencia a los hongos y la pudrición es muy importante por el contacto continuo con humedad y aire caliente que puede favorecer que la madera sea afectada por agentes como hongos o moluscos que pueden dañar la madera. Este problema se soluciona utilizando maderas resistentes a la pudrición o productos químicos como pentacloraenol que inmuniza cualquier madera. Además es muy importante mantener una limpieza frecuente.
Acorde a estas características, son numerosas las especies de madera que se pueden utilizar en la fabricación de barcos, sobre todo dependiendo de la parte donde se va a ubicar, por ejemplo, entre las especies más adecuadas para forros y cubiertas de buques destacan el pino, el olmo, el roble, el cedro y la caoba, aunque estos dos últimos se reservan prácticamente para yates de lujo.
Con esto vemos que la madera se adapta a cualquier ambiente y utilizando la protección y especie adecuada se hacen viguerías. Y cuando te digan que la madera no resiste la humedad recordemos también los cucharones típicamente de madera antes y hoy en día que están en contacto con líquidos calientes, fríos, pasa por el lavavajillas… y dura muchísimos años.
En la siguiente imagen se muestra el barco más largo de la historia fabricado con madera; el USS Dunderberg, con 106,7 metros de longitud y fabricado en el año 1862, la especie utilizada para su fabricación fue roble.
Fuentes: AITIM, MGar
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