Vigas de madera maciza de roble europeo

Vigas de madera maciza

La madera se ha utilizado desde el origen de los tiempos en la construcción. Como todos los materiales, con los avances tecnológicos y en los procesos de fabricación y transformación, la madera se ha ido transformando para cubrir cualquier necesidad en la edificación, adaptándose a las exigencias actuales de la construcción. Sin embargo, también se mantienen las formas tradicionales hoy en día de madera estructural por su calidad y su estética. Hoy vemos las vigas de madera maciza de roble como ejemplo de la continuidad de elementos estructurales de madera que permanecen vigentes a lo largo del tiempo.

Las vigas han sido tradicionalmente de madera maciza, es decir, se han obtenido a partir del tronco de un árbol de grandes dimensiones que ha sido transformado. En comparación a la madera laminada, las vigas de madera maciza parecen una versión obsoleta de este elemento estructural. No obstante, las vigas de madera maciza incorporan una serie de ventajas que no son competencia para los más modernos materiales derivados de la madera.

Las vigas de madera maciza son vigas que se obtienen en una primera transformación de la madera. Son elementos que guardan una relación más cercana con su origen natural, ya que provienen directamente del aserrado de troncos de grandes dimensiones. Una vez se obtiene la pieza, se aplica el tratamiento correspondiente, finalizando así el proceso de fabricación. El resultado se traduce en un elemento estructural que incorpora una estética cercana a la materia prima de la que proviene, introduciendo la belleza de los bosques en los edificios en los que se instale.

Por otra parte, las vigas de madera maciza tienen una huella de carbono menor, es decir, se emiten menos emisiones de CO2 en su producción. Esto se debe a que el proceso tiene pocas fases, desde el aprovechamiento del árbol en el bosque, pasando por el aserrada y terminando con el tratamiento a aplicar. Además, no se emplean colas, como ocurre con la madera laminada, lo que también disminuye las emisiones de CO2 de la madera maciza frente a la laminada.

Una de las especies de madera de frondosas más valoradas para la obtención de madera de uso estructural en nuestro país es el roble. La madera de roble es una madera altamente resistente, caracterizada por una fortaleza y adaptabilidad únicas, así como por un acabado muy elegante que conserva una poderosa belleza natural. En consecuencia, se emplea en la obtención de vigas de madera maciza.

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