Madera aserrada para uso estructural
La madera aserrada es un material que se lleva utilizando en la construcción desde siempre. Conocer las especies madereras más demandadas para este uso, así como las propiedades físicas y mecánicas que poseen, nos permite poder elegir la más adecuada en función a las necesidades que tengamos que cubrir. Hoy queremos hablaros sobre la madera estructural y los aspectos más importantes a la hora de elegir este material para que se adapte a nuestras necesidades.
¿Qué es la madera aserrada para uso estructural?
Se define como madera aserrada para uso estructural o también llamada madera estructural a la madera únicamente aserrada que se usa específicamente para fabricar estructuras de madera o como elementos portantes, por ello es necesario que la madera estructural cumpla una serie de requisitos, ya que no todas las especies de madera tienen las mismas propiedades mecánicas.
En España existen normas para la madera estructural que permiten su utilización en la construcción, estas normas garantizan los mismos resultados que cualquier otro material que se utilice en este sector. Estos requisitos se definen el Código Técnico de la Edificación. En estas normas se definen unas prestaciones mínimas que debe cumplir la madera aserrada para uso estructural, como seguridad en las estructuras, seguridad contra incendios, ahorro energético, salubridad, seguridad de utilización, etc.
Existen varias especies de madera que cumplen con las propiedades necesarias que admiten su validez para la construcción de estructuras. Las especies madereras más utilizadas para uso estructural son el pino, el roble europeo, el eucalipto y la madera de castaño.
Debido al gran abanico de posibilidades que nos ofrece las diferentes especies madereras, es importante tener en cuenta los siguientes aspectos a la hora de elegir la madera estructural que mejor se adapte a nuestras necesidades a la hora de construir una estructura de madera resistente y duradera:
- Disponibilidad de asignación de clase resistente para la especie de madera.
- Resistencia y rigidez requeridas para la fabricación de la estructura de madera.
- Disponibilidad en el mercado de la especie de madera seleccionada.
- Aspectos medioambientales (que sea madera obtenida mediante procesos legales de gestión forestal certificados, etc.)
- Durabilidad de la especie de madera seleccionada y tratamientos que se le puedan aplicar para mejorarla.
- Otras propiedades como la estabilidad dimensional, facilidad a la hora de trabajarla y secado de la madera.
Clasificación de la madera estructural
En España la técnica utilizada para agrupar las piezas de madera estructural según su capacidad para resistir cargas se llama “clasificación estructural”. Este proceso garantiza un valor mínimo de resistencia al usuario que obtiene las piezas de madera de una determinada calidad. En España se publicó en año 1997 la norma UNE 56-544 “Clasificación visual de la madera aserrada para uso estructural”. Además hay que tener en cuenta dos calidades denominadas ME-1 y ME-2 . Según esta normativa la madera aserrada para uso estructural a su vez se puede clasificar en madera estructural de coníferas (C) y frondosas (F), acompañadas siempre por unos números que nos indican la resistencia a la flexión que posee dicha madera. Por ejemplo, cuando hablamos de una madera estructural aserrada con clasificación C24 nos referimos a que es una madera de conífera con una resistencia característica a la flexión de 24 N/mm2.
Proveedores de madera aserrada
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