Diferencias de clasificación estructural de madera maciza y madera laminada

Diferencias de clasificación estructural de madera maciza y madera laminada

La madera se trata de un material heterogéneo y anisótropo, es decir no es igual en todos sus puntos ni se comporta igual en todas las direcciones. Esto viene de que antes de ser una pieza de madera fue un árbol y este optimizó el material según las características del sitio el que creció, su lugar y función dentro del tronco… Esto, a la hora de conocer sus propiedades, daría lugar a una clasificación sumamente compleja por lo que se recurre a agrupar los distintos tipos de madera en las clases resistentes.

Si atendemos a una pobreta libre de defectos, sin imperfecciones y con la fibra perfectamente alineada con la dirección longitudinal de la pieza, para ver su resistencia a esfuerzos paralelos a su eje obtendríamos valores orientativos de unos 100N/mm2 en tracción y 30N/mm2 en compresión. Con la misma prueba llevada a una pieza de tamaño estructural, las imperfecciones que aquí aparecen como nudos o desviaciones de la fibra, bajan estos valores, igualando ambos entorno a 20N/mm2.

Estas imperfecciones se evalúan para catalogar las piezas dentro de una clase resistente, están definidas y cuantificadas dentro de los distintos sistemas de clasificación que acepta el código técnico y las distintas normas europeas. En el caso de la madera laminada encolada, puesto que luego se van a pegar y no hace falta conseguir la pieza de madera lo más larga posible, permite cortar y sanear los defectos que la harían invalida o disminuirían mucho su resistencia. Por el contrario, también influye la calidad de las uniones y las líneas de cola, manteniendo el principio de estas deben ser más resistentes que la propia madera.

Mediante ensayos mecánicos normalizados, el más típico por rotura a flexión, se caracterizan las especies en función de la resistencia a la flexión, el módulo de elasticidad y su densidad, consiguiendo así conocer cómo se comporta cada tipo de pieza. Con estos datos se crean las clases y se determinan sus valores característicos.

Con un muestreo estadístico suficientemente significativo para garantizar la seguridad, se pueden normalizar distintos ensayos no destructivos que permitan clasificar cada pieza y asignarle una clase resistente en función de esas características. Por ejemplo, la UNE 56544 para clasificación visual de coníferas españolas le otorgaría a la pieza una “calidad visual” según unos parámetros definidos y luego mediante la UNE EN 1912 obtendría una clase resistente. Gracias a estos modos no destructivos puedes clasificar cada pieza de forma individual, otorgarle una clase resistente y conocer sus propiedades.

En el caso de la madera laminada encolada, tal y como viene recogido en el código técnico de la edificación (CTE SE-M) la determinación de la clase resistente puede hacerse experimentalmente, mediante ensayos normalizados (UNE-EN 408:2011+A1:2012 y UNE-EN 14080:2013.) o de forma teórica a partir de la clase resistente de las láminas que forman la pieza (UNE-EN 14080:2013). Independientemente del medio, se asegura que los resultados obtenidos son superiores o iguales a los de la clase asignada.

De forma paralela a la clasificación mecánica, para cualquier madera encolada de carácter estructural, los adhesivos empelados deben pasar un control y estar aceptados para las condiciones climáticas en las que van a situarse. También se controla la emisión de posibles sustancias toxicas por los mismos.

En las clases resistentes la primera letra indica el tipo de madera: C (coníferas y chopo), D (frondosas) y GL (madera laminada). El número que viene a continuación muestra el valor característico de resistencia a la flexión, esto quiere decir que el 95% de las piezas clasificadas como tal resistirán eso o más y lo mismo pasará con todos los valores de esa clase. Para la madera laminada encolada se añade una letra después del número: h (homogénea, todas las láminas utilizadas son de la misma clase resistente) y c (combinada, las láminas exteriores tienen una clase resistente superior a las utilizadas en su interior).

Es importante recordar que, en cualquier pieza de madera estructural comercializada en Europa, en su obligatorio marcado CE debe especificar su clase resistente.

Sabida la clase resisten se puede buscar en el código técnico de la edificación y conocer las propiedades mecánicas de la pieza de una forma clara y con el respaldo de una normativa oficial.

Diego Isaac de Pedro Esteban

Fuentes:

Código técnico de la edificación: documento básico de seguridad estructural, madera (2019)

Aitim: madera laminada encolada (2011)

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