Vigas laminadas de madera de abeto

vigas laminadas de abeto

El abeto es una especie con una larga historia y un gran simbolismo. La madera de abeto ha evolucionado junto con los avances tecnológicos y los procesos de fabricación y producción, adaptándose a las exigencias actuales de la construcción. Hoy vemos las vigas laminadas de abeto así como sus propiedades y características. La madera de abeto, de ser utilizada históricamente como madera maciza estructural por sus fustes rectos, ha pasado a ser una de las maderas más demandadas para la fabricación de vigas laminadas.

El abeto (Abies sp.) es una conífera que cuenta con más de 50 especies y está distribuida por Asia, Europa y Norteamérica. En el Pirineo y en el Prepirineo (Sierra de Guara) se halla su límite meridional de distribución mundial, pues es una especie eurosiberiana. El abeto posee un fuste recto, prácticamente cilíndrico y con alturas superiores a 40 metros. Es un árbol muy longevo (puede vivir dos o tres siglos) y de crecimiento lento.

La madera de abeto destaca en el mercado por su ligereza y durabilidad. Se caracteriza por ser una madera homogénea en la que no se distingue a simple vista la albura del duramen, con una tonalidad muy clara y una coloración que va desde el blanco al blanco-rosado. Está clasificada como madera blanca con un coeficiente de dureza del 1,5. Pincha aquí para conocer las propiedades de la madera de abeto. 

La estabilidad dimensional de la madera de abeto se define por un coeficiente de contracción volumétrico del 0.44 %, considerándose una madera estable. Su relación entre contracciones es del 2.1 %. Estas características junto con otras propiedades mecánicas, hacen que se utilice en la fabricación de vigas.

La madera de abeto es una madera muy agradecida a la hora de trabajar. En cuanto a su mecanizado podemos decir que su aserrado no presenta dificultades, su secado es rápido, con riesgo a que aparezcan fendas, el cepillado es fácil y el encolado bueno. En contraposición, el clavado y atornillado no es sencillo ya que la madera tiende a rajarse.

Es una de las especies de madera de coníferas más valoradas para la obtención de vigas laminadas. Las vigas de madera laminada son vigas formadas por la unión mediante encolado de dos o más láminas de madera con la fibra en paralelo a la dirección del eje de las mismas. Esta solución supone ciertas ventajas arquitectónicas que permiten el uso de la madera como elemento estructural en edificaciones de grandes luces libres (30 a 70 m) y de luces moderadas (8 a 14 m). Las vigas de madera laminada se clasificación según la norma europea norma EN 14080 y esta norma distingue 7 clases resistentes de composición homogénea (todas las láminas son de la misma clase resistente) y otras 7 cuando es combinada. En nuestro país lo más habitual es encontrar vigas laminadas homogéneas.

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