Yakisugi: Descubre su primer uso en España

shou sugi banLa técnica Yakisugi o de la madera quemada está siendo una tendencia creciente en la arquitectura de nuestro país. Su originalidad estética junto con sus propiedades higroscópicas hacen que sea un elemento cada vez más recurrente en el planteamiento de los revestimientos, especialmente de exteriores, de muchos edificios.

La técnica Yakisugi al aplicar temperaturas tan elevadas modifica la pared de las células que conforman la madera, mejorando así su comportamiento frente a las variaciones de humedad, es decir disminuye el equilibrio higroscópico de la madera. Esta estabilidad frente a la humedad confiere a la madera una mayor estabilidad dimensional. Las modificaciones de las paredes celulares también hacen que la madera sea menos atractiva para los patógenos, en especial para hongos e insectos xilófagos, lo que implica un menor riesgo de ataque. La madera se convierte en un material aún más aislante, ya que esta técnica disminuye su conductividad térmica.

Su indicación principal es para revestimientos de exterior. La madera tratada mediante la técnica Yakisugi se vuelve menos densa y pierde algunas propiedades, por lo que su uso no está indicado como elemento estructural. Además, su mecanización se vuelve compleja ya que la pieza es más quebradiza.

El resultado estético final de la madera a la que se le ha aplicado la técnica Yakisugi puede ser muy variado, en función del tiempo de exposición de la llama, la propia llama y de la intensidad y el material con el que se realiza el cepillado.
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En España, Grupo Gubia ha instalado el primer revestimiento de exterior con la técnica Yakisugi. Tras el esfuerzo de la aplicación de la técnica Yakisugi, los resultados son espectaculares. Diversas consideraciones determinan la calidad del producto final.

En primer lugar, la densidad de la madera determinará la dureza de la capa que se genera, así como su resistencia al desmoronamiento. Esta capa de carbonizado, además, puede tener cierta profundidad o ser solo superficial.

Antes de cepillar, es necesario recordar que nuestra madera tiene que pasar por un proceso de enfriamiento que permite seguir trabajando la pieza sin riesgo.  Después del cepillado, hay que tener en cuenta que la fragilidad de la capa superficial, en ocasiones, hace necesaria la utilización de sellantes que garanticen de una manera más estable el especial acabado.

Las piezas carbonizadas presentan una terminación delicada e irregular al mismo tiempo que bella y única y su instalación y puesta en obra ha de realizarse bajo pautas que minimicen el posible deterioro de las piezas.

Tras todo este esfuerzo de la aplicación de la técnica Yakisugi o de la madera quemada, los resultados son espectaculares.

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Grupo Gubia es pionera en España en la realización de esta técnica, con numerosos ensayos y tiempos de prueba que siguen garantizando la calidad del material fabricado.

Si quieres conocer más sobre esta técnica o incorporarla en tu casa u oficina, picha aquí y únete a esta nueva tendencia.

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