Madera tratada en autoclave; fases y usos

La madera es un material natural y durable, si queremos mejorar su durabilidad y resistencia al exterior y en condiciones extremas, una alternativa es la madera tratada en autoclave. La madera tratada en autoclave tiene mejorada su resistencia a la intemperie y a la acción de agentes bióticos y abióticos.

El autoclave es un recipiente metálico, hermético capaz de soportar grandes presiones. El tratamiento de la madera en autoclave consiste en insertar sustancias químicas en la madera, sobre todo sales de cobre, a través de técnicas de vacío. La madera que se somete al tratamiento de autoclave se conoce como madera cuperizada, tanalizada o impregnada, o simplemente como madera tratada en autoclave.

Existen varios procesos para tratar la madera en autoclave. El proceso más habitual es el Sistema de Célula Llena, este proceso de autoclave se divide en tres fases:

• Fase de vacío: la madera se introduce en cámaras metálicas, se somete a vacío y se le extrae la humedad y el aire de las células de la madera.
• Fase de presión o impregnación: en esta fase se inserta el producto en la madera. La presión se va regulando para que se absorba el compuesto químico de forma profunda en la madera.
• Vacío: se aplica vacío de nuevo para secar o limpiar la madera del producto aplicado.

Se pueden utilizar diferentes compuestos químicos dependiendo del resultado que se quiera conseguir. Algunos de los compuestos son: protectores, productos ignífugantes, barnices, pinturas e incluso tintes. También destacan las sales hidrosolubles de cobre, preservantes orgánicos o resinas alquílicas.

Tratar la madera con sales hidrosolubles hace que la madera adquiera un tono verdoso. Aunque se pueden usar productos para colorear la madera u otros químicos que respeten más el color original de la madera.

La madera tratada en autoclave obtiene una serie de ventajas como: mayor durabilidad y estabilidad a acciones ambientales y hongos. Además, durante este tratamiento se suelen aplicar retardantes frente al fuego. Todas estas ventajas hacen que la madera tratada en autoclave se pueda colocar en lugares en los que otros materiales no resisten, los mejores ejemplos son en pasarelas de playa, en medio del monte como vallados, introducida en agua dulce o salada…

La relación calidad precio y el buen comportamiento del tratamiento en autoclave hace que la madera de pino sea la más usada en la aplicación de este tratamiento. Después de ser tratada con sales hidrosolubles la madera de pino, según la clasificación sobre la durabilidad de la madera de la norma UNE-EN: 355, se puede usar para las clases resistentes de uso 3 e incluso 4.

La madera tratada en autoclave suele utilizarse en exterior sobre todo para construcciones de madera (pérgolas y porches), mobiliario de exterior, vallados, cercados agrícolas, postes incluso para tarima de exterior en jardines o embarcaderos. En general, en cualquier ambiente exigente y en contacto con agua e intemperie.

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