La idea de «hogar» para tu futura familia lleva asociada adjetivos como asentamiento, estabilidad, firmeza, robustez y fuerza. Adjetivos que han de tener las relaciones familiares y que plasmamos en principios constructivos una vez que soñamos con la casa de nuestros sueños, traspasando deseos sociables a los materiales que han de envolver esas relaciones, pensando en que así, el ambiente trasladará esa firmeza a la familia que lo habitará.

El día a día en un trabajo como el de un arquitecto en el que se escuchan sueños que has de materializar, se vuelve complejo cuando el peso social y la repercusión histórica, tachan a un material como la madera; noble y natural, perfectamente apto para construir una vida, como frágil, laborioso y poco durable.

¿Quién quiere construirse una vivienda contemporánea de madera para su familia? ¿Quién puede imaginar habitar sus sueños en un espacio tan liviano?
¿Por qué no entra en los sueños de la sociedad del siglo XXI una alternativa al hormigón como las casas de madera?

En opinión personal, palpo entre prejuicios y carencias la dificultad que posee la gente para imaginar un diseño arquitectónico moderno con material maderero más allá de las cabañas de montaña; al igual, noto una cierta inseguridad para imaginar una vivienda de madera perdurable, no planteándose casi nunca como alternativa inicial dicho material.

Quizás sea la falta de imaginación en una sociedad envuelta en imágenes de empresas potentes y que no nos permite tener la capacidad de pensar por nosotros mismos otras alternativas, o quizás, la creencia en rumores o mitos. El caso, es que la misma normativa estatal nos permite y nos da las pautas para un tipo de construcción, más sana, más ecológica, más respetuosa y sobretodo, más eficiente, y es la SOCIEDAD la que NO LA DEMANDA.

El código técnico español de construcción nos habla en el DB-SE-M de cómo ejecutar estructuras en madera, al igual que nos especifica el hormigón, el acero o muros de fábrica.

¿no podemos imaginar casas de madera duraderas y bellas?
¿no queremos involucrarnos en un proyecto y ser de los pioneros en ello?

o simplemente preferimos que lo haga el vecino, y si lo hace antes que yo y le va bien… entonces lo intentamos.

Como experta en el sector me inundan muchas preguntas sin respuesta, cavilando teorías que no puedo contrastar, luchando por un mundo mejor lleno de calidad y accesible a todos. El ser humano lo tiene fácil, está en su mano hacerlo bien. ¿Qué ocurre entonces?

Tras varios años en el sector, tras analizar sueños de muchas parejas, escuchar sus ilusiones, sus formas de vida, sus ejemplos de vida… apenas he encontrado un sitio para la madera que no sea la casa de juegos, la del perro, o la anecdótica casita de retiro en la montaña. Tipologías constructivas básicas, alejadas de la vida cotidiana, tradicionales en su historia, y casi anecdóticas que rozan lo banal. Construcciones poco duraderas, porque dicho material NO ES SERIO PARA CONSTRUIR la vivienda de sus sueños, pareciendo que es más importante la imagen estética que la salud de uno mismo.

 

Por: Beatriz Segura Plaza de Habitarte Arquitectos.