La huella de carbono de los embalajes de madera

Huella de carbono de los embalajes

Los embalajes de madera son productos destinados a envolver o contener, de manera temporal un determinado producto o conjunto de productos durante su manipulación, transporte y almacenamiento. En este sentido cabría preguntarse que, con las tecnologías tan avanzadas que existen hoy en día y el amplio abanico de nuevos materiales que se han desarrollado en los últimos años, ¿por qué los embalajes se siguen construyendo con madera? Son muchas las posibles respuestas para esta pregunta, ya que la madera presenta numerosas ventajas frente a otros materiales en la fabricación de embalajes industriales. No obstante, hoy queremos resaltar una en particular: la huella de carbono de los embalajes de madera.

Pero ¿qué es la huella de carbono? La huella de carbono de un producto es la totalidad de emisiones de gases de efecto invernadero que se emiten a la atmósfera durante la vida de ese producto. Es decir, la cantidad de gases emitidos desde la producción de la materia prima que lo conforma, la elaboración de producto final y su posterior uso hasta que se desecha y se cierra el ciclo.

 ¿Y qué nos aporta conocer la huella de carbono de un producto? Primero pintemos el contexto que explica la importancia de este concepto. El aumento de las emisiones de CO2 y sus consecuencias masivas es uno de los mayores problemas ambientales a los que se enfrenta el ser humano en la actualidad. Reducir las emisiones de CO2 se ha convertido en un reto global en el que estamos incluidos cada uno de nosotros.

De aquí radica la importancia de los materiales que se escogen a la hora de fabricar determinados productos. En ese sentido, la madera es un material natural y renovable. Según crece el árbol, almacena CO2 de la atmósfera y reduciendo así este gas y sustituyéndolo con oxígeno. Esto quiere decir que los productos elaborados con madera tendrán una huella de carbono muy baja y en ocasiones incluso negativa, ya que la materia prima de la que están compuestos no solo no ha emitido gases de efecto invernadero en su producción, sino que los ha absorbido contrarrestando los gases que se emitirán en los siguiente proceso.

Cada año alrededor del mundo, se utilizan aproximadamente 60 millones de metros cúbicos de madera para fabricar pallets y embalaje. Cada metro cúbico de madera absorbe aproximadamente una tonelada del gas efecto invernadero CO2. Esto quiere decir que un sólo pallet de madera almacena alrededor de 27 kilogramos de dióxido de carbono. En Europa, hay más de cuatro billones de pallets en circulación, lo que supone 108 millones de toneladas de carbono absorbidas y almacenadas.

Además, los pallets y embalajes hechos de madera no son sólo beneficiosos para el medio ambiente, son también increíblemente fáciles de reparar – con un material que está enormemente disponible. Los pallets y embalajes hechos de plástico no pueden repararse o reciclarse de la misma manera.

Las industrias de madera europeas hacen un buen uso de cada parte del árbol aprovechado, desde el tronco principal hasta las más pequeñas ramas. Los pallets y embalajes utilizan pequeños troncos y trozos de tableros que se han quitado de otras piezas grandes y ello se traduce en la alta eficiencia de la materia prima. Cuando alcanzan el final de su vida útil, los pallets y embalajes son utilizados de diferentes maneras: para la generación de energía (calor), como mantillo, cama de animales, para la mejora del suelo, para la fabricación de tableros de partículas o pallets de madera prensada.

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