Especies de madera resistentes a la intemperie por naturaleza
La durabilidad de la madera, es la resistencia de la madera sin tratamiento frente a los ataques de agentes degradadores. En este artículo vamos a ver las especies de madera resistentes a la intemperie por naturaleza.
Cuando se habla de resistencia a la intemperie de la madera hay que tener en cuenta qué agente es el causante de la degradación. Estos agentes pueden ser abióticos (atmosféricos, mecánicos o químicos) y bióticos (hongos e insectos). Cada especie tiene una durabilidad natural en función del contenido de resinas, taninos, aceites, exposición y cantidad de duramen y albura. El duramen es más resistente que la albura al tener más sustancias protectoras.
Algunas degradaciones pueden afectar sólo al aspecto visual de la madera sin afectar a sus propiedades y rendimiento, por ejemplo, una fuerte radiación solar puede producir fotodegradación superficial volviendo la madera más grisácea.
También los cambios bruscos de humedad y temperatura pueden producir la aparición de fendas de secado y diferencias grandes de humedad y temperatura entre dos caras pueden hacer que la madera se combe.
Pero realmente cuando se habla de durabilidad de la madera hay que referirse a la durabilidad frente a organismos xilófagos (insectos y hongos). Cuanto mayor humedad tenga la madera más fácil es para ellos su digestión. Dentro de la madera hay que diferenciar la madera de albura y la madera de duramen.
El árbol crece radialmente y longitudinalmente, de modo que en una misma sección circular el árbol va acumulando células en el perímetro aumentando la sección a través del cambium. La parte del exterior se llama albura y sus funciones son estructurales, de conducción y reserva mientras que el interior del árbol contiene la madera de duramen que ha pasado de albura a duramen mediante el proceso de duraminazción. En este momento la madera de duramen solo conserva las funciones estructurales.
Esto influye en la humedad de la madera y la posibilidad de impregnación. La madera de albura contiene más humedad que la madera de duramen y es más fácil su impregnación. Por tanto, es más susceptible a ataques, pero el tratamiento frente a ellos es más sencillo.
Como normal general la primera medida para proteger la madera es su correcto diseño, que afecta en un 90% a la buena durabilidad; hay que evitar el contacto con el suelo y lugares de acumulación o condensación de agua donde aumente la humedad y por tanto la posibilidad de degradación. En función de la exposición de la madera y el tipo de madera habrá que aplicar algún tratamiento para su mejor conservación.
Las especies resistentes a la intemperie por naturaleza se clasifican en función de la durabilidad de la madera:
- Maderas muy durables: Elondo, ipé, iroko, teca y mansonia
- Maderas durables: Bubinga, caoba, castaño, cedro americano, cerejeira, cerezo americano, encina, jatoba, meranti rojo, mongoy, movingui, okala, roble blanco, roble europeo, alerce, sipo y wengue.
- Maderas medianamente durables: Framiré, fresno europeo, lauan, nogal europeo, nogal negro americano, Nvero, Olmo, pino amarillo del sur, pino laricio, pino de oregón, pino pinaster, pino silvestre y sapelli.
- Especies poco durables: abedul, abeto rojo, aliso, balsa, cerezo europeo, chopo, eucalipto, haya europea, koto, lenga, maple, meranti, pino insignis, plátano, ramín y samba.
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