Dificultades de los arquitectos para prescribir Madera
Desde Maderea tenemos como objetivo dinamizar el sector y la industria de la madera. Uno de los destinos principales de la madera es la construcción. Sin embargo, numerosas veces el desconocimiento y la falta de centralización de información hace construir con madera para los arquitectos un arduo trabajo que puede llevarles a elegir otros materiales de los que se dispone más información.
Todos los lunes publicamos preguntas desde las empresas de la industria de la madera a los arquitectos y al revés. Si quieres realizar alguna pregunta o participar escríbenos a info@maderea.es
La pregunta de hoy tiene la finalidad de conocer con qué dificultades se encuentran los arquitectos para prescribir madera en la edificación y preguntamos a la arquitecta Beatriz Segura de EseAlcuadrado_Arquitectura.
¿Con qué dificultades os encontráis los arquitectos al prescribir con madera?
Mi principal problema como estudio de arquitectura (y el tener pocos compañeros con lo que compartir ésto es otro problema que no desarrollaré) es la lucha por demostrar su viabilidad estructural e idoneidad en técnicas bioclimáticas que tan sólo mejoran el conjunto constructivo generando un beneficio. Es un esfuerzo «extra» que se dobla cuando la parte técnica y constructiva no ha trabajado con dicho material y convierte en «problemas materiales» lo que tiene como único trasfondo el miedo del desconocimiento del uso de la madera.
El no haber tenido una normativa que lo regulase hasta hace poco también ha frenado su uso, al igual que la poca adaptación de los programas informáticos arquitectónicos más comunes para su cálculo estructural, que ofrecen como elementos prediseñados el acero y el hormigón, dejando otro tipo de elementos con una introducción más compleja de datos. Si a ésto se le une una escasa teoría en algunas escuelas de Arquitectura, el uso de éste material se convierte en una complicación con alta responsabilidad, incómoda para que los técnicos deseen hacer incapié en sus beneficios.
